Bajo el lema 'Viva Arte Viva' la Bienal opta por un perfil bajo para reivindicar el arte como creación frente al arte como simple negocio. La Bienal ha coincidido con la desaforada muestra de Hirst 'Tesoros del naufragio del Increible'. Eliasson, Wather o Sala inciden en la condición artesanal del arte a través de sus objetos, tejidos o papeles pintados, mientras que otros creadores como Miller, Binion o Marwan reinvindican la idea del arte como pintura muchos de los pabellones nacionales trabajan con ideas arquitectónicas o instalaciones, aunque el más singular de todos es el de Italia donde se presenta una inquietante obra de Roberto Cuoghi con tintes necrófilos.