La apertura del subsistema laboral a las demás partes del sistema jurídico genera la posibilidad de volverlo actual y actuante frente a la dinámica del trabajo en su nuevo contexto impuesto por las fuerzas de la economía, la humanización, la dignificación del trabajo, el respeto al medio ambiente y las nuevas tecnologías. Articular el sinnúmero de variables que intervienen es un esfuerzo predictivo donde las posibilidades que brinda la imaginación en la construcción de modelos que representen la realidad sirva para su mejor entendimiento. Bajo esta óptica, el estudio de la "simulación laboral" es una labor destinada a concebir este fenómeno, cada día más generalizado, que nos debería surtir gran inquietud, precisamente por estar de por medio la institucionalidad de uno de los elementos estructurales del Estado social de derecho, como es el trabajo humano. Relacionar la simulación laboral con las otras áreas del derecho donde este fenómeno también opera y ha sido estudiado desde tiempos inveterados, nos servirá para encontrar esos elementos comunes a todo el modelo simulativo y para diferenciar aquellas funciones y elementos propios que ocurren en el mundo del trabajo, cuando de este uso social irrumpe en este campo.El subsistema normativo sustantivo laboral ha permanecido prácticamente cerrado frente a las otras partes del sistema jurídico. De manera excepcional, frente a las situaciones complejas que no pueden resolverse con la información de la codificación laboral, por ejemplo, en cuanto a las llamadas lagunas jurídicas o las paradojas que surgen de la interpretación normativa, los juzgadores eventualmente hacen un uso tímido de las otras partes del sistema normativo