Analiza este ensayo las raíces de la danza cuerpo humano, movimiento y espacio que la hacen posible-, sus impulsos-necesidad de prácticas y ejercicios colectivos, y sus orígenes penetración de ritos que la enriquecen, sirviéndose de las investigaciones, tesis y experiencias de los críticos y artistas de mayor autoridad en la materia. Hasta llegar a Isadora Duncan -hay que partir siempre de ella-, en cuya maestría ubica Alberto Dallal "la transformación radical de las formas dancísticas, el cambio profundo que hace surgir movimientos vanguardistas en el conjunto del arte del siglo xx". Presenta luego a las sucesoras de la Duncan, a quienes el autor denomina "los cuatro monstruos", y la obra y las ideas del mexicano José Limón, en el intento, cumplido, reconocer los renovados afluentes del ballet-inquietud, gozo, reflexión- en su ancha de- sembocadura de arte social y colectivo por definición. La segunda parte se ocupa de la danza contemporánea en nuestro país, inducida por la calidad artística y los esfuerzos razonables de divulgación que ha venido acreditando, a lo largo de un cuarto de siglo, el Ballet Nacional de México. Después de referir lo hecho, en ese lapso, por el mencio- nado ballet, Dallal señala que la supe- ración de sus integrantes, y el esfuerzo de sus coreógrafos y bailarines, "no obtienen aún la respuesta que se merecen"; opinión que aclaran, confirman y fuerzan a compartir, jugosas entrevistas con Guillermina Bravo y Luis Fandiño, coreógrafos de obras mexicanas en ob- sequio de la múltiple e integral orienta- ción del danzado moderno. Alberto Da- llal es miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).