El testigo falso novela socio-jurídica. los secretos del caso Turra y de las actuaciones de la policía nacional Pedro Pablo Vargas Vargas

Por: Vargas Vargas, Pedro PabloTipo de material: TextoTextoIdioma: spa Detalles de publicación: Bogotá Doctrina y Ley 2010Edición: 1a edDescripción: 369 p. 21 cmISBN: 9789586764872Tema(s): Novela colombiana | Novela policíaca colombiana | Falso testimonio -- NovelaClasificación CDD: Co863.6 Revisión: Eran las dos y cinco de la madrugada de aquel aciago lunes 13 de septiembre. La ciudad más preciosa del mundo, Carabajal, se veía macilenta, cielo mustio sin estrellas, luna ni luceros a la vista; pero relumbraba, como siempre, espectacular y encantadora por el fulgor de sus destellados cerros, la belleza de su impresionante bahía, la placidez de sus colosales y solitarias playas noctámbulas -siempre rebosantes de espumas y de arena-, el remar de los múltiples pescadores que cotidianamente arrojan al inmenso mar y su apacible ciénaga, fabulosos trasmallos y espaciosas atarrayas, la reminiscencia que deparanm sus coloniales y fastuosos portales, la quimera de sus preciosas murallas, la maravilla de sus extensos manglares, la majestuaosidad de sus innumerables monumentos señorials, la nostalgia de sus estrechaz y romanticas callejuelas, y sus sedentarias y hermosa azacayas. Fragmento de la obra
Lista(s) en las que aparece este ítem: 1.NUEVAS ADQUISICIONES DERECHO 2012
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Literatura Central Bogotá
Sala General
Colección General Co863.6 V174t (Navegar estantería (Abre debajo)) 1 Disponible 0000000113678

Eran las dos y cinco de la madrugada de aquel aciago lunes 13 de septiembre. La ciudad más preciosa del mundo, Carabajal, se veía macilenta, cielo mustio sin estrellas, luna ni luceros a la vista; pero relumbraba, como siempre, espectacular y encantadora por el fulgor de sus destellados cerros, la belleza de su impresionante bahía, la placidez de sus colosales y solitarias playas noctámbulas -siempre rebosantes de espumas y de arena-, el remar de los múltiples pescadores que cotidianamente arrojan al inmenso mar y su apacible ciénaga, fabulosos trasmallos y espaciosas atarrayas, la reminiscencia que deparanm sus coloniales y fastuosos portales, la quimera de sus preciosas murallas, la maravilla de sus extensos manglares, la majestuaosidad de sus innumerables monumentos señorials, la nostalgia de sus estrechaz y romanticas callejuelas, y sus sedentarias y hermosa azacayas. Fragmento de la obra

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