Incluye bibliografía.

Introducción. En un mundo donde resucitan los carpinteros, todo es posible. -- I. De frailes, libros y filósofos: El nombre de la rosa. -- II. De dos rebeldes en el bosque: Robin de los bosques ; El halcón y la flecha ; Robin y Marian. -- III. De un héroe de comic: El príncipe Valiente. -- IV. De caballeros y castillos: Los señores del acero ; El señor de la guerra. -- V. De los otros: Mahoma, el mensajero de Dios. -- VI. De los hombres del norte ; Los vikingos. -- VII. De las cruzadas: El reino de los Cielos ; El talismán ; Las cruzadas. -- VIII. Del rey Arturo: Excalibur. -- IX. De la peste y de la muerte: El séptimo sello. -- X. De los cuatro jinetes del Apocalipsis: Paseo por el amor y la muerte. -- XI. De los viajes: Las aventuras de Marco Polo. -- XII. Del amor, del sexo y de la mujer: El león en invierno

Peter Bogdanovich, conocido principalmente como director, historiador de cine y crítico, ha trabajado con actores profesionales durante toda su vida. Comenzó como actor (debutó en escena en sexto grado con la producción Finian's Raimbow); observó el trabajo de los actores (iba al teatro cada semana desde los trece años y vio muy importantes representaciones, y lucimientos, -Brodway en la década siguiente-); estudió interpretación, empezando a los dieciséis años con Stella Adler (el trabajo con ella supuso la base para todo lo que luego haría como actor y como director). En este nuevo libro, Las estrellas de Hollywood por Peter Bogdanovich, plasma la experiencia acumulada a lo largo de su vida como observador y entendedor en el arte de escribir sobre actores; actores a los que admira desde hace mucho tiempo, actores con los que ha trabajado, a los que ha dirigido y a los que ha ayudado. Entre ellos, Humphrey Bogart, James Cagney, John Cassavetes, Charlie Chaplin, Montgomery Clift, Marlene Dietrich, Henry Fonda, Ben Gazzara, Audrey Hepburn, Boris Karloff, Dean Martin, Marilyn Monroe, River Phoenix, Sidney Poitier, Frank Sinatra y James Stewart. Las relaciones entre el cine y la Edad Media empezaron por la fantasía de las películas de aventuras llenas de caballeros espléndidos y damas de larga caballera primorosamente peinada, y evolucionaron hacia el realismo sucio de esas otras películas que intentan mostrar la verdadera cara medieval. Hay mucha, mucha distancia entre la perilla de Errol Flynn en Robin de los bosques y las batallas de El reino de los cielos de Ridley Scott, o entre el impecable Camelot de Los caballeros del rey Arturo de Richard Thorpe y la sobrecogedora miseria que inunda Los señores del acero de Paul Verhoeven

Who the hellþs in it.