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Los Eurocódigos son el resultado de los trabajos iniciados en 1975 en la Comisión de la Comunidad Europea, los cuales no tenían otro objetivo que el de eliminar las barreras técnicas al comercio, y la armonización de las especificaciones técnicas en materia de reglas de diseño y cálculo de estructuras. Estos trabajos, transferidos posteriormente al Comité Europeo de Normalización (CEN), arrojaron como resultado las primeras normas experimentales armonizadas para el proyecto de estructuras, publicadas entre 1992 y 1998. La conversión de estas normas experimentales en normas europeas, desarrollada con posterioridad a 1998, ha dado lugar a los documentos que, a día de hoy, constituyen el paquete de Eurocódigos en vigor. Los Eurocódigos recogen especificaciones de diseño para diferentes tipos de estructuras (hormigón, metálicas, mixtas, madera, fábrica, aluminio), así como aspectos generales a considerar en los proyectos como son los aspectos geotécnicos y los sismos. Además, tal como reconoce la Comisión, constituyen el medio para alcanzar unos objetivos que se pueden resumir en: Demostrar el cumplimiento de las obras de construcción con los requisitos básicos 1 y 2 del Reglamento de Productos de Construcción (que sustituye a la Directiva de Productos de Construcción): resistencia mecánica y estabilidad, y resistencia al fuego, incluyendo aspectos de durabilidad y economía. Ser la base para especificar los contratos de las obras de construcción y de los servicios de ingeniería relacionados con ellas, facilitando así el funcionamiento del mercado único. Constituir el marco para redactar las especificaciones técnicas armonizadas de productos de construcción