Manifiesto arquitectónico para la universidad popular la comunidad filosófica Michel Onfray ; Patrick Bouchain
Tipo de material: TextoIdioma: Español Lenguaje original: Francés Series Filosofía Cla.de.maDetalles de publicación: Barcelona, España Editorial Gedisa 2010Edición: 1a edDescripción: 78, [11] p. il., imágenes 20 cmISBN:- 8497843169
- 9788497843164
- 720.1 O537m 21
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 720.1 O537m (Navegar estantería(Abre debajo)) | 1 | Disponible | 0000000098190 |
Una máquina de transportar la voz / Patrick Bouchain
Pensar es concretar, o por lo menos debe ser así. Es decir: deberíamos poder encarnar nuestra manera de pensar y de vivir no sólo en hechos concretos si no también, y esta es la propuesta central del presenta ensayo, en objetos concretos. Esto que parece un asunto que linda casi con el absurdo es lo que resuelve de manera breve y brillanteMichel Onfray (Argentan, 1959) en este delicioso ensayo titulado Manifiesto arquitectónico para la Universidad popular, publicado por Gedisa dentro de una colección (Filosofía. Serie CLA•DE•MA) que, por los títulos, nos parece como poco muy sugerente. Comparte autoría del ensayo con el arquitectoPatrick Bouchain que transforma en materia arquitectónica las reflexiones que quieren convertir el proyecto de la Universidad Popular en algo tangible, en edificios que representen (concreten en el sentido más estricto del término) la filosofía de ésta, es decir darle consistencia material. En este ensayo las ideas toman forma, la vocación de intelectual, filosófica, conceptual, adquiere una dimensión estrictamente física, que despierta nuestra mente a toda una disciplina como la Arquitectura, que es mucho más que diseñar edificios y ponerlos en pie. Onfray nos centra en un concepto que él llama “una escultura de sí mismo”. Nos empuja a convertir lo que creemos en un edificio vital que nos diferencie de los otros. No vale aquí el “todos los fuegos, el fuego”, que diría Cortázar, porque no son “todos los hombres, el hombre”: la necesidad de ser individuo “aportante” a la sociedad, de una voz que avance el sentir de uno y de todos, es vital en los tiempos que corren. En palabras de Soren Kierkegaard, debemos buscar habitar nuestra propia choza y no el castillo de otro
Suite à la communauté philosophique : le génie du lieu.
Machine à porter la voix.