Museo Guggenheim. -- Tribunal Europeo de derechos humanos. -- Estación del TGV en el aeropuerto de Lyon-Satôlas. -- Le Sémaphore. -- DRTE Arles. -- Centraal Beheer. -- Pabellón deportivo de Palafolls. -- Aratalsoaki. -- Club de golf Tobu. -- Almacén y sala de exposición Holz Altenried. -- Templo Kol Ami. -- Facultad de Periodismo. -- Facuttad de Económicas. -- The BOX. -- Museo de Arte. -- Moderno de Arkensoren. -- Iglesia y centro parroquial de Mànnistônauha. -- Crematorio Kaze-no-Oka. -- Villa Wilbrink. -- Villa M. -- Casa Huf. -- Casa en Na. -- Xemena. -- Residencia Stein. -- La casa floral. -- Residencia Stein. -- Casa Barnes. -- Casa Tipo/Variante. -- Vivienda para el Cheesecake Consortium. -- Casa lineal. -- Casa en Capistrano Beach. -- Casa en Tateshina.

En la actualidad no existe una pauta dominante que marque el camino a los arquitectos, ni siquiera una moda que permita disipar dudas estilísticas. Más que una cuestión formal, esta situación denota la ausencia de dogmas y una multiplicidad de criterios.
Frente a los manifiestos o los libros magistrales de otras épocas, la tendencia actual de las publicaciones de arquitectura es presentar los proyectos individualmente y valorar cada uno de ellos de forma independiente. No hay ninguna necesidad de sacar una conclusión común.
No merece la pena hipotecar la riqueza de una mirada caleidoscópica por la voluntad de extraer una idea global. En una sociedad con una extraordinaria capacidad para difundir imágenes, intentar establecer órdenes o leyes estéticas escritas resulta trivial. Un reportaje fotográfico tiene una mayor repercusión que cualquier decálogo. En las páginas siguientes cada edificio se presenta autónomamente. Las imágenes y la documentación gráfica se acompañan de un texto que analiza la historia del encargo, las características particulares del emplazamiento y del programa, las ideas que han generado el proyecto y las soluciones técnicas adoptadas. El porqué de la forma hay que buscarlo dentro de ese universo propio. Esto nos lleva a una arquitectura en la que lo particular y lo concreto son primordiales. No importa sólo el concepto general, sino también el tratamiento de los materiales y el cuidado de los detalles. Por eso mismo, sólo cuando se profundiza en las particularidades del proyecto, las soluciones adoptadas y la forma final del edificio adquieren sentido. Si bien la imagen constituye el principal vehículo de información, si se encuentra aislada resulta banal. La forma se encuentra al final del recorrido y, por tanto, para desvelar sus misterios es preciso retroceder en el proceso creativo.