La arquitectura modular nos permite inagotables combinaciones, desde que Henry Ford innovo en el proceso de fabricación, se consideró que esta modalidad de prefabricación masiva abaratarían los costes y permitiría que grandes sectores de la población tuvieran un acceso a un mercado más amplio. Los arquitectos desde la época clásica han trabajado en la premisa de la modulación y coordinación dimensional, su concepto de arquitectura modular aparece hasta el siglo XX, posteriormente el primer impulso modular fue debido a la fiebre del oro. Un ejemplo es la Casa Koda, un micro vivienda de 30 metros cuadrados que el colectivo Kodasema ha sido diseñado para ser desinstalada y vuelta a montar en siete horas, formando el ciclo completo: modulación geométrica y constructiva (hechura en la fábrica), hasta llegar al rápido montaje in situ.