El hombre recoge, almacena, archiva para sí y para los demás. Pero a veces sólo para sí. El souvenir, la foto amarillenta, el timbre postal, la carta, sus pasiones, todos sus amores y uno que otro fastidio han pasado a formar parte de su propio salón de espejos. Un objeto predilecto ha sido el libro; por eso a ningún monumento de la imaginación humana se le ha llorado más que a la Biblioteca de Alejandría. ¿Qué lleva al coleccionista de libros a los excesos de dilapidar fortuna y salud, a incluso cometer crímenes, por hacerse de alguna rara joya bibliográfica que, en el límite, habrá de destruir para que nadie más la posea? Jaime Moreno Villarreal ha seleccionado y traducido un corpus de textos -de la Antigüedad clásica al siglo XX- que da cuenta de ese furor por tener libros que es la bibliomanía.

Un fin que no acaba.-- La razón de la sinrazón,Los clásicos.-- Donde hay exceso, hay vicio.Las moralidades.-- Un ejemplar único. Charles Nodier.-- Las colecciones imposibles.Los relatos.-- El moderno deporte de la cacería.Las crónicas.-- Los libros de la Nada y los volúmenes de Todo el Mundo.La metafísica en la práctica