Intelectuales, estado y nación en Colombia de la guerra de los mil días a la constitución de 1991 Miguel Ángel Urrego
Idioma: Español Detalles de publicación: Bogotá Universidad Central Siglo del Hombre Editores 2002Edición: 1a edDescripción: 244 p 21 cmISBN:- 9586650480
- 305.552 U773i 21
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Notas | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 305.552 U773i (Navegar estantería(Abre debajo)) | 1 | Disponible | 0000000060521 | |||
Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 305.552 U773i (Navegar estantería(Abre debajo)) | 2 | Disponible | 0000000060522 | |||
Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 305.552 U773i (Navegar estantería(Abre debajo)) | 3 | Disponible | 0000000060523 |
Navegando Central Bogotá estanterías, Ubicación en estantería: Sala General, Colección: Colección General Cerrar el navegador de estanterías (Oculta el navegador de estanterías)
305.552 S855v Villa Air-bel | 305.552 U773i Intelectuales, estado y nación en Colombia | 305.552 U773i Intelectuales, estado y nación en Colombia | 305.552 U773i Intelectuales, estado y nación en Colombia | 305.553 A533a La actitud científica como estilo de vida | 305.553 A533a La actitud científica como estilo de vida | 305.553 A533a La actitud científica como estilo de vida |
Incluye referencias bibliográficas (p. 233-244) e índice
Parte 1 los intelectuales orgánicos del bipartidismo ; parte 2 los intelectuales contra el estado ; parte 3 la reintegración de los intelectuales
En Colombia, la relación de los intelectuales con el estado no ha tenido, por lo menos hasta mediados de los años ochenta del siglo XX, ni la amplitud, ni la diversidad, ni el sentido que adoptó la legitimación del orden público en América Latina. La caracteristica esencial de los intelectuales colombianos hasta la década del sesenta fue su subordinación a los partidos tradicionales. Su relación con la cultura, con la política y con el Estado respondió a las necesidades de los proyectos políticos, liberal o conservador, y se inscribió en las posibilidades que estos partidos ofrecían. A comienzos de los años sesenta se inició la ruptura de los mismos con los partidos tradicionales y con las funciones que estos les asignaron, lo que permitió la constitución de un campo cultural plenamente autónomo. Desde este momento, y durante dos décadas, los intelectuales vivieron su edad dorada. A partir de los ochenta se forjó una lenta, y casi imperceptible, nueva relación con el Estado y, por supuesto, con la sociedad. El resultado, muy palpable a mediados de la década, no fue otro que el de la reincorporación de los intelectuales a la tutela del bipartidismo y el Estado. El péndulo giró nuevamente a la derecha