Incluye referencias bibliográficas

La economía es una ciencia y su objeto es distinguir entre las buenas y las malas políticas. En los últimos treinta años los avances teóricos y su aplicación política han transformado la condición humana: el mundo ha entrado en una fase de desarrollo sin precedentes y ya no existe más que un sistema económico, el del mercado globalizado. Basado en la innovación incesante del espíritu emprendedor éste es, sin embargo, imperfecto: exige críticas a condición de que sean científicas, y correcciones a condición de que no destruyan su propia esencia. La economía moderna no está exenta de fluctuaciones, pero el tiempo de las grandes crisis parece haber pasado. Sólo en el curso del siglo XX, las malas políticas económicas devastaron naciones y causaron más víctimas que cualquier epidemia. En cambio, las buenas políticas económicas permitieron reconstruir la Europa de posguerra y arrancar de la pobreza generalizada a alrededor de ochocientos millones de habitantes, en particular de India y China. La ciencia económica enseña que para progresar no es indispensable disponer de recursos naturales y que no existe ninguna civilización inepta para el desarrollo. Lo único que importa son las buenas decisiones en materia de política económica, los “malos alumnos” pagan con su propio estancamiento. Luego del éxito de su libro anterior, China. El imperio de las mentiras, Guy Sorman vuelve a sorprendernos con este ensayo preciso y necesario, una lúcida puesta al día del panorama económico en el mundo de hoy

Título original L'économie ne ment pas