Repensar la revelación la revelación divina en la realización humana AndrésTorres Queiruga
Tipo de material: TextoIdioma: Español Detalles de publicación: Madrid Trotta 2008Edición: 1a edDescripción: 574 p 23 cmISBN:- 9788481649468
- T677r 21 230
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Notas | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 230 T677r (Navegar estantería(Abre debajo)) | 1 | Disponible | 0000000085054 | |||
Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 230 T677r (Navegar estantería(Abre debajo)) | 2 | Disponible | 0000000085058 |
Navegando Central Bogotá estanterías, Ubicación en estantería: Sala General, Colección: Colección General Cerrar el navegador de estanterías (Oculta el navegador de estanterías)
Incluye referencias bibliográficas e índice
La revelación interpretada como «manía» y posesión o como «dictado» divino ha terminado su ciclo. La crítica bíblica desmontó el literalismo. La autonomía del mundo impide verla como intervencionismo milagroso; y la del sujeto, como imposición extrínseca y autoritaria. El sentido histórico deslegitima todo particularismo etnocéntrico. Tales son las cuestiones que afronta este libro, desde un principio radical: Dios, creando por amor, quiere revelarse plenamente a todos, desde siempre y en todas partes. Las limitaciones, oscuridades y aun horrores del proceso nacen de la limitación o la resistencia creatural; jamás de un «silencio» u «ocultamiento» por parte de Dios. Al contrario, la revelación avanza gracias a su «lucha amorosa» para vencer las resistencias y comunicar su salvación. Desde ahí esta obra estudia tanto el surgir originario como la transmisión histórica. La revelación no es un dictado milagroso, sino un «caer en la cuenta» de la Presencia fundante y siempre activa: «Dios estaba aquí, y yo no lo sabía». Lo descubre uno —profeta o fundador—, pero Dios está queriendo manifestarse a todos con idéntico amor. Por eso el anuncio ejerce de «mayéutica histórica»: el creyente crítico es despertado por el profeta, pero no cree porque lo dice el profeta, sino porque él o ella se reconocen en lo dicho: «ahora ya lo hemos escuchado nosotros» (samaritanos); «la Biblia y el corazón dicen lo mismo» (Franz Rosenzweig)