TY - BOOK AU - Foucault,Michel AU - Garzón del Camino,Aurelio TI - Vigilar y castigar : nacimiento de la prisión T2 - Nueva criminología SN - 9682301173 (1989) U1 - 365.7 22 PY - 1998/// CY - México PB - Siglo XXI KW - Penas KW - LEMB KW - Prisiones KW - Historia N1 - La catalogación esta basada en la 27a edición; La 16a edición corresponde al año 1989. La 27a edición corresponde al año 1998; 1. Suplicio ; 2. Castigo ; 3. Disciplina ; 4. Prisión; Titulo original; Surveiller et punir N2 - Quizá hoy nos avergoncemos de nuestras prisiones. Sin embargo, en el siglo XIX fueron motivo de orgullo los presidios construidos en los márgenes -y a veces en el corazón mismo- de las ciudades; los patíbulos dieron paso a nuevas edificaciones teñidas de benevolencia; ya no se trataba de castigar los cuerpos sino de corregir las almas. Aquellos muros, aquellos cerrojos, aquellas celdas figuraban una verdadera empresa de ortopedia social. ¿De dónde viene esta extraña práctica de encerrar para corregir incluida en los Códigos penales de la época moderna? ¿Se trata de una vieja herencia de las mazmorras de la Edad Media? Más bien se trata de una nueva tecnología: entre los siglos XVI y XIX se desarrolló un conjunto de procedimientos ideados para dividir, controlar, medir, encauzar a los individuos y hacerlos a la vez “dóciles y útiles”. Vigilancia, ejercicios, maniobras, rangos, exámenes se implantan para someter los cuerpos, dominar la diversidad humana y manipular su potencial en los hospitales, el ejército y las escuelas. El siglo XIX inventó, sin duda, las libertades pero éstas se edificaron sobre un subsuelo profundo y sólido: la sociedad disciplinaria de la que seguimos dependiendo. Hay que volver a situar la prisión en la formación de esta sociedad vigilante. El sistema carcelario moderno no se atreve ya a decir que castiga crímenes: pretende reinsertar a los delincuentes, y hace dos siglos que pretende emparentarse con las “ciencias humanas”, para no avergonzarse de sí mismo: “No soy quizá todavía del todo justo; hay que tener un poco de paciencia conmigo y ver cómo me estoy volviendo sabio.” (M. Foucault) ER -