El centenario de Utzon es una buena oportunidad para constatar la actualidad de su obra, inspirada en metáforas naturales y arquitectónicas. La carrera de Utzon se resintió debido a la agria polémica a cuenta de la construcción de las cubiertas de la Opera de Sidney, cuya geometría final se ajustó a una serie de porciones esféricas con distintos tamaños. De sus obras una inspirada en las formas de una gran nube entrevista por Utzon en Hawái, la cubierta flotante de la iglesia Basgvaerd contrasta con el más rectilíneo, cuyas formas evocan las de una pagoda tradicional.El organismo de Utzon tiene una raíz vernácula, como sugieren sus casas-patios en Fredensborg, pero también alude a la plasticidad del último Le Corbusier, tal y como evidencia el proyecto para el museo Silkeborg.