Tras los pasos de Hitler la investigación definitiva su vida en la Argentina, quiénes lo escondieron, dónde murió, los documentos secretos Abel Basti
Tipo de material: TextoSeries Detalles de publicación: Bogota Planeta 2014Edición: 1a edDescripción: 421 páginas 23 cmISBN:- 9789584238719
- 958423871X
- 320.533 H475b 21
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Libro Colección General | Central Bogotá Sala General | Colección General | 320.533 H475b (Navegar estantería(Abre debajo)) | 1 | Disponible | 0000000129636 |
Incluye referencias bibliográficas páginas 405-420
I. La Argentina alemana ; II. Los marinos de Hitler ; III. La Argentina que recibe a los nazis ; IV. Los submarinos nazis ; V. Los nazis de la Patagonia ; VI. El Führer en la Patagonia ; VII. Un pueblo nazi en el sur argentino ; VIII. El guardaespaldas de Hitler ; IX. "Yo estuve con Hitler" ; X. El Edén ; XI. Hitler en Córdoba ; XII. Más pruebas y testigos de la presencia del Führer en Argentina ; XIII. Hitler y el viceführer ; XIV. El paso de Hitler por Paraguay y Brasil. Su muerte y sus restos ; XV. Nuevos testigos, testimonios y algo más ; Epílogo
Tras los pasos de Hitler es una obra definitiva, fruto de muchísimos años de trabajo. Abel Basti, periodista e investigador, ha publicado decenas de artículos reveladores sobre el tema y escribió otros cuatro libros en los que fue sumando datos novedosos sobre el desembarco de un gran número de jerarcas nazis en la Argentina. La reconstrucción de la investigación también relata los pormenores de un exilio planificado con detalle y de una época repleta de intrigas. El escape de Hitler fue conocido por todos los servicios de inteligencia de las potencias. Estos grupos profesionales de espías mantenían, tal como ocurre ahora, contactos entre sí e inclusive intercambiaban información estratégica, aun perteneciendo a países que estaban enfrentados, explica el autor en la introducción de esta obra. Y comienza, de ese modo, la exposición de testigos, archivos desclasificados y fotografías que demuestran que, a pesar de la historia oficial, Adolf Hitler no murió el 30 de abril de 1945 a las 15.30 horas, de un disparo en la sien, en un búnker de Berlín. Y que pasó muchos años en la Argentina, junto a su amante Eva Braun, bajo identidades falsas, entre paisajes imponentes, mientras su impronta de líder temible se diluía a paso lento. Pero indefectible