Bienaventurada vejez Robert Redeker; traducción por Elisabeth Lager y Emma Rodriguez Camacho
Tipo de material: TextoIdioma: Español Lenguaje original: Francés Series filosofíaDetalles de publicación: Fondo de cultura económica 2017Edición: 1a edDescripción: 150 p. 21 cmISBN:- 9789588249131
- 155.67 R333b 21
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Libro Colección General | Central Bogotá - Devuelto recientemente (por ubicar) | Colección General | 155.67 R333b (Navegar estantería(Abre debajo)) | 1 | Disponible | 0000000135550 |
1. El dueño de cabello gris; 2. Del pasado hagamos tabula rasa; 3. La juventud y los desastres de la guerra en tiempos de paz; .4. Juventud, vejez y relajación demográfica; 5. Vejez y odio a si mismo; 6. Malraux, De Gaulle y la sabiduria de los viejos; 7. La posibilidad del gerontocidio; 8. Jovenismo, fascismo y sociedad de consumo; 9. La sociedad del rechazo a la vejez; 10. la sociedad del inmortalimo; 11. Jovenismo e ignorancia de la política; 12. El viejo, el hombre inutil; 13. Gerontofobía y eutanasia; 14. La condición humana; 15. Odio a la vejez y el pensamiento del declive
La vejez es bienaventurada. Al contrario de muchas ideas convencionales, Robert Redeker devuelve a su lugar y destaca ese momento de la vida que en estos tiempos suscita tanto temor y represión. En estas condiciones, ¿cuál puede ser el porvenir de la vejez? ¿Será que para mantenerse vivo se debe imitar este jovenismo reinante en su apariencia física, su forma de vestir o sus alternativas de vida? Hay que saber aceptar la vejez para asumirla y vivirla, responde el filósofo en un libro poderoso y profético. Si se la comprende bien, la vejez es resistencia no de un pasado muerto e idealizado sino de la vida que viene de tiempos remotos. La vejez garantiza en el ser la conservación de las raíces que la sociedad se empeña en destruir y de la que ya no quiere oír hablar. Es necesario salvar la vejez del aniquilamiento, pues sin ella nuestra civilización está en peligro de extinción. ¿Y si la vejez fuera el porvenir y la salvación del mundo?