El imaginario sobre el Itsmo del Darién, en los siglos XVII y XVIII es el de una tierra rica, codiciada, pero indomable. Desde su descubrimiento, las ventajas estratégicas del Darién fueron apreciadas por quienes en acciones como las propias de la piratería, recorrieron la zona y lograron trazar allí su huella interoceánica. Es el caso del viajero inglés Lionel Wafer, y de su fascinante memoria publicada, inicialmente en Londres en 1699, y más tarde, 1720, en Francia. Su relato se adelanta, en casi un siglo, a la ilustración española en su forma de mostrar de geografía, en general, y las dinámicas y relaciones económicas y culturales del Darién, en particular. La naturaleza del Itsmo, vital, arrobadora, exuberante, nutre el espíritu del relato de Lionel Wafer, un clásico ya de la literatura de viajes. Próximos a la conmemoración de los quinientos años del descubrimiento de Océano pacífico (1513), el libro viaje y descripción del Itsmo del Darién nos adentra a ese prodigio siempre recurrente de la vida de la fábula, que es aquella franja estrecha que une las Américas