000 01819cam a2200229 a 4500
005 20170227112458.0
008 110215s1971 a gr 000 p spa d
040 0 _aUGC
_cUGC
_d20
041 0 _aspa
082 0 4 _aCh861.44
_bN378p1
_221
100 1 _a Neruda, Pablo
_d1904-1973
245 1 4 _aLas piedras del cielo
_cPablo Neruda
250 _a1a ed.
260 _aBuenos Aires
_bLosada
_c1971
300 _a91 p.
_c18 cm.
490 0 _aBiblioteca clásica y contemporánea
_v76
505 0 _aDe endurecer la tierra ; El cuarzo abre los ojos en la nieve ; Turquesa, te amo como si fuera mi novia ; Cuando todo era altura ; Es difícil decir lo que me paso ; Busque una gota de agua ; Oh actitud sumergida ; Largos labios de ágata marina ; Un largo dia se cubrió de agua. ; yo te invito al topacio ; Del estallido a la ruptura férrea ; Yo quiero que despiertes ; El liquen en la piedra , enredadera ; Piedra rodante, de agua o cordillera ; Hay que recorrer la rivera ; Porque no alcanzaba la lesión ; Ronca es la americana cordillera ; Las pétreas nubes, las amargas nubes ; Entre en la gruta de las amatistas ; Yo soy este desnudo ; Cuando se toca el topacio ; Déjame un subterráneo laberinto.; Allá voy, allá voy, piedras, esperen.
520 1 _aAsí que Las piedras del cielo está conmigo desde hace veinte años. Tiene una casa y muchos amigos. Hay piedras aquí y allá (“¡Allá voy, allá voy, piedras, esperen!”). Es un libro leído y oxigenado. Un libro vivo. Es un libro dos años más joven que yo: es mi contemporáneo y envejecemos juntos. Y no lo voy a soltar hasta que me lo pidan y me convenzan, poema contra poema, de que Machado es mejor que Neruda. O sea nunca
650 1 7 _aPoesia chilena
_2LEMB
_998193
650 2 7 _aLiteratura chilena
_2LEMB
_998194
942 _2ddc
_cBKLIT
999 _c15235
_d15235