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245	1	0	_aPersona solitario social en Tomás de Aquino _cAlberto Cárdenas Patiño
250			_a1a edición.
260	3		_aBucaramanga _bUniversidad Santo Tomas _c2002
300			_a92 páginas _bilustraciones _c21 cm.
505	0		_aEl “personismo”Tomista ; 1. El ascenso del individuo por el “camino del aislamiento y la soledad” en Abentofail ; 2. El ascenso de la persona por el “Camino de la interacción y la sociedad” en Tomás de Aquino ; 3. Humanismo personista Anti-humanismo, Maniqueísmo.
520	1		_aEl siguiente ensayo de antropología tomista pretende afirmar la proximidad entre el filosofar tomista y la herencia filosófica musulmana, representada en este caso por el andaluz Abentofail. No hay que olvidar que, si los cristianos sirios habían sido los mentores filosóficos de los primeros intelectuales árabes del siglo VII, los cristianos del siglo XIII aprendieron a filosofar con el auxilio pedagógico de los continuadores de la cultura árabe en España. Alberto Magno y Tomás de Aquino apreciaron esa mediación al intentar asumir la herencia de los clásicos griegos. No obstante, este corto texto contrasta las dos posturas, señalando las interacciones y las diferencias. Finalmente, se queda con la diferencia comunitarista del Aquinate y la desarrolla un tanto, aunque sin llegar a negar lo que en toda existencia personal hay de no comunicable, raíz de la otredad de cada uno. De ahí el título: "la persona, solitario social”. El ensayo busca, además, insistir en que Tomás, a diferencia de su maestro Aristóteles, da primacía a lo social y no a lo político. Aunque lo político es dimensión mediadora necesaria, no se identifica sin más con lo social ni puede pretender agotarlo. De ahí que la sociedad y el Estado no sean lo mismo. Y también es cierto que tampoco Io social alcance a agotar Io personal. La persona necesita lo social y lo político y vive "toda" en el seno de uno y otros ámbitos, pero debe trascenderlos de continuo, pues esa vida social-politica no compromete “todo lo suyo”. La persona sigue invitada a ir más allá, al encuentro con la humanidad y aún más allá, al encuentro con el universo, cuyo centro es Dios.
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