Su fortuna se encuentra al oeste. Mantenga la cara a la puesta del sol. . . y un día te unas a montar la rueda más grande en todo el mundo. "Cuando la tía Honora lee esta fortuna en su hojas de té, Conn Kilroy sabe que está destinado para cosas más grandes que su pequeño pueblo irlandés pueden ofrecer. Una carta de su tío Michael en la oferta de América Conn una asociación en su empresa contratante Nueva York establece Conn en su aventura occidental. Sólo unos pocos meses más tarde el tío de Conn Patrick le atrae aún más al oeste de Chicago, donde se unen a la tripulación trabajadoras construir lo que algunos llamaron Ferris La locura, la primera rueda de la fortuna-, entonces la rueda más grande del mundo y la obra maestra de Mundial de 1893